B de Boxeo - Max Baer
B de Boxeo…por César del Campo de Acuña
Hoy les voy a hablar de un gran
boxeador cuyo legado e historia han sido embarrados por una película.
¿De quién hablamos?: de Maximilian Adelbert Baer, Max Baer, un boxeador estadounidense nacido el 11 de febrero de 1909 en Omaha, Nebraska. Falleció a los 50 años de edad el 21 de noviembre de 1959 en Sacramento, California.
¿Por qué le recordamos?: Los aficionados al boxeo le recordamos por
ser uno de los grandes pesos pesados de principios del siglo pasado y por ser
una vez campeón mundial de la citada categoría. El gran público, en general, le
recuerda por la representación que se hizo de su figura en la película de 2005 Cinderella Man: El hombre que no se dejó
tumbar.
¿Qué fue de él?: Tras retirarse en abril de 1941, Baer se dedicó al mundo del cine
(aunque empezó en 1933 y lo aparco en 1937 hasta 1942) apareciendo en un total
de 11 largometrajes. Apareció en cortos, programas de televisión y series. Sigo
ligado al mundo del boxeo hasta el día de su muerte arbitrando combates.
¿Sabías que…?: Empezó a boxear bastante tarde. No se hizo
profesional hasta 1929. Su entrenamiento previo a subir a un cuadrilátero no
entra dentro de lo normal. Baer no
fue un joven estadounidense que se labrara su futuro practicando una miríada de
deportes en sus años de instituto, no. Baer
consiguió su fortaleza levantando carcasas de ternera, trabajando en una
cantera de grava y atontando reses a puñetazos (trabajaba en un matadero). Se dice
que además practico el método de ejercicios de Charles Atlas.
En su primer año como profesional
disputo un total de 16 combates. Baer
gano 15 de ellos y 12 de ellos por la vía del nocaut. Su única derrota en aquel
primer año llego en el combate que le enfrento a Jack
McCarthy el 4 de septiembre de 1929. Baer
fue descalificado en el tercer asalto de una pelea pautada a seis.
No fue derrotado legítimamente
hasta su pelea número 25. En aquel combate contra Les Kennedy, Baer fue
vencido a los puntos tras 10 asaltos. Anteriormente perdió otro combate por
descalificación (contra Tiny Abbott
el 15 de enero de 1930 y al que derroto por la vía del KO en su siguiente
pelea). Cuando llego su primera derrota legítima contaba 18 victorias por la
vía del KO. Baer era un pegador como
nunca se había visto otro.
Su fuerte pegada le llevo a matar
a un púgil sobre el cuadrilátero. El suceso que le perseguiría toda su vida
ocurrió el 25 de agosto de 1930 en la
pelea que le enfrento a Frankie Campbell.
En el segundo asalto Baer se tropezó
y cayó a la lona. Campbell, pensando
que le estaban haciendo la cuenta de protección a Baer, se fue a su esquina y alentó al público pero a Baer no le estaban haciendo cuenta
alguna y en cuanto Campbell se dio
la vuelta se encontró un derechazo del púgil de Omaha que lo hizo besar la lona. Campbell se levantó a dura pena y durante el minuto entre el
segundo y el tercero le dijo a su esquina que algo había saltado dentro de su
cabeza. A pesar de todo se las apaño para ganar por los mínimos el tercer y
cuarto asalto. Pero en el quinto Baer
exploto y en aquellos fatídicos minutos el futuro campeón mundial acorralo a Campbell contra las cuerdas rociándole
con una lluvia de golpes jamás vista. Las cuerdas eran las que mantenían de pie
al rival de Baer. Fue entonces
cuando el árbitro, tarde (más tarde sería suspendido por aquello), para lo
pelea. Campbell cayó a la lona
inconsciente. La ambulancia tardó 30 minutos en llegar. Campbell falleció rodeado por sus seres queridos al día siguiente
por la tarde.
La película Cinderella Man: El hombre que no se dejó tumbar presenta a Baer como un arrogante, mujeriego y
sádico desalmado que disfruto quitándole la vida a un rival sobre el
cuadrilátero pero lo cierto es que no era así. A parte de ser todo un
caballero, Baer estuvo a punto de
dejar el boxeo una vez conoció la noticia de la muerte de Campbell y estuvo junto a él los 30 minutos que tardó en llegar la
ambulancia. Baer, se hizo cargo de
pagar los estudios de los hijos de Campbell
y de todos los gastos de su viuda mientras vivió.
Tras el combate de Campbell, y con una sanción que no le
permitía boxear en el estado de California,
Baer volvió al cuadrilátero el 19 de
diciembre de 1930. Perdió frente a Ernie Schaaf en su primer combate en la costa oeste y aun con la muerte de Campbell entro en una senda que le
llevo a perder tres de sus siguientes cinco combates. En uno de ellos fue
derrotado por el púgil español Paulino Uzkudun.
Una vez supero la muerte de Campbell (y la de Schaff, otro boxeador al que supuestamente mato sobre el
cuadrilátero meses después de la segunda pelea que les enfrento aunque luego se
supo que el púgil falleció a causa de una meningitis y tras un combate contra
el gigantesco Primo Carnera) Baer entro en su primera edad dorada.
El boxeador de Omaha gano 15 combates de manera consecutiva (3 de ellos por la
vía del nocaut y 6 por la via del TKO). En aquella racha se enfrentó al púgil
alemán Max Schmeling. Aquel combate,
que se llevó el premio a la pelea del año por la revista The Ring, se celebró justo en el momento en el que los rumores
sobre la persecución de los judíos en la Alemania
de Adolf Hitler se estaban comenzado
a convertir en verdades. Max Baer,
de origen judío, subió al cuadrilátero con una Estrella de David en su calzón y le dio una terrible paliza al
boxeador preferido del Führer. Baer se convirtió en un héroe para los
judíos, para los que se identificaban con ellos y para los que despreciaban a
los miembros del partido de Hitler.
Tras el combate de Schmeling, la actriz sueca Greta Garbo dijo que la victoria de Baer sobre el púgil alemán fue una
mini-victoria sobre el fascismo germano. Acto seguido la actriz le invito al
rodaje en Hollywood de La reina Cristina de Suecia.
Iniciaron un pequeño romance que no duro debido a que Baer tuvo que volver a Nueva
York para preparar su pelea contra Primo
Carnera, la pelea que le vería convertirse en Campeón Mundial de los Pesos Pesados.
No fue un gran Campeón Mundial de los Pesos Pesados.
En su primera defensa del título, frente a James Braddock, tal y como se ve la película que ha embarrado el legado de Baer (Cinderella Man: El hombre que no se dejó tumbar), perdió la
corona. Tras aquel combate llego otra derrota, en esta ocasión a manos de Joe Louis. Tras caer dos veces, se
embarcó en su segunda edad dorada ganando 19 peleas de manera consecutiva.
Desafortunadamente para Baer nunca
más volvió a disputar el Campeonato
Mundial de los Pesos Pesados terminando su carrera con un record de 68
victorias (59 de ellas por la vía del KO) y 13 derrotas.
Baer ha recibido todo tipo de honores por su carrera. En 1968 fue
nombrado miembro del Salón de la Fama
del Boxeo. En 1984 fue nombrado miembro del Salón de la Fama Mundial del
Boxeo. En 1995 fue nombrado miembro del Salón de la Fama Internacional del Boxeo. En 2009 fue nombrado
miembro del Salón de la Fama
Internacional de Deportistas Judíos. En 1998 la revista The Ring nombro a Baer como uno de los 20 mejores pesos pesados de todos los tiempos
en una lista de 50 púgiles. En 2003, la misma revista, en una lista de 100
boxeadores nombro a Baer como el
vigésimo segundo con mayor pegada. Hay que recordar que Baer forma parte del exclusivo club de púgiles que cuentan más de
50 victorias por la vía del KO.
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